Analogías de fines de verano (2011)

-Voy a salir, Pablo...Voy al supermercado. - me dice Ilvy, enfrascada en preparar el dinero en sus bolsillos y tanteando el interior de una bolsa vacía, automáticamente, sin pensar, mirándome a través de los espejos de los anteojos que le quedan maravillosos -¿Necesitás algo?... -me sugiere, acercándose para despedirse.
-Muchísimas cosas -le respondo y sonrío buscando con la cercanía gestual su intimidad - pero de esas cosas no hay en el súper... - casi le sugiero, bajando el tono de la voz intimista.
Ella se ríe como una campaniolla, se asombra histriónicamente, y responde haciendo una pequeña danza con los piecesitos y contonendo el cuerpo:
-Ah,bueno...ja,ja,claro...Mirá vos!
Y se va hecha unas pascuas.

Estas escenas cotidianas de la convivencia son la esencia del juego de parejaque celebramos juntos, a través de los años. Confieso que sus picardías son muy superiores a mis chispazos de humor cantarín, relajado. Ella vive en ese clima, como en una cascada constante que me arrulla y alegra casi siempre.
Con losaños he llegado a pensar que algo había allí que nos permitía este camino a través de los meandros de la vida. En las subidas y bajadas, los recodos...y felizmente en el llano. En zonas escarpadas era el momento de relax, de descansito, de regusto por la aventura, aunque ésta fuera difícil
Pero después de tantos años de terapias con un genio dedicado a su descubrimiento de las urbanopatías y el encuentro solidario con Ramanaia que se negaba a ser mi maestra, pero sí acompañaba mis impulsos del alma, inclusive negándome su amistad en el sentido de llaneza y compincherías, para mantener una distancia óptima, pude ir descubriendo entre mis acciones y caminos, mis pesares y gozos del crecimiento personal, que lo que nos sostenía, era la comunicación.
Una vez le preguntaron a un anciano, en estos tiempos de relaciones fugaces y dolorosas, cuál había sido el secreto de su pervivencia en pareja, con su compañera, tan viejitos y añosos los dos. Y el hombre dijo:
-El secreto de nuestra pareja...El trabajo han sido las millones de hora de charla, de diálogo...Ese fue, creo, nuestro verdadero trabajo...
A esto añadiría yo, lo que descubrí cuando mi genial psicólogo me enseñaba acerca de la valoración positiva, según las teorías actuales de connotación y empatía, y me salió del alma:
-Uy, claro! Eso es lo que hacemos con Ilvy siempre, nos valoramos positivamente con gestos y palabras, sin pensarlo, de puro amor...
Yo era muy joven para darme cuenta entonces del insight o awareness o de mi "experiencia de oh!" que en nuestro lenguaje cotidiano llamamos "darse cuenta"
En fin, entre nosotros funcionó, y todo lo demás en las teorías confirmaron lo que podíamos hacer para ir construyendo nuestra vida en común, acompañándonos y creciendeo juntos. No se me ocurre otra cosa.-Pablo Strukelj MMXI