sábado, 24 de junio de 2023

Himno nacional de Eslovenia (SLO/ES letra) - Anthem of Slovenia (Spanish)

miércoles, 21 de octubre de 2020

Aquellos lejanos tilos de Eslovenia

AQUELLOS LEJANOS TILOS DE ESLOVENIA -¿Alguien sabe dónde está Eslovenia? – es la pregunta que abre una novelita corta, de la que se ha hecho también una película. Esta pregunta, me parece que ha merodeado mi vida, en gran parte, no en sentido geográfico, sino en las profundidades del inconsciente personal y social de mi existencia. También sé que las narraciones del Rey Matías y de la mora Elvira del Castillo de Liubliana, modelaron mi imaginación temprana como verdaderos mitos… Así como canciones tradicionales: “Moj ocka ima konjicka dva” o “En hribcek bom kupil”, y una docena de tonadas similares. Los viajes de mi familia a Europa, con sus visitas a Eslovenia, y un hermano que vivió allí por una década, también me enriquecieron con sus narraciones sugestivas y divertidas, pese a toda la historia previa del exilio de mis padres, tan lejos ahora para nosotros sus hijos, a finales de la guerra europea. En casa se hablaba esloveno y poco alemán, y a mis cuatro años mi madre, maestra profesional, hizo iniciarme en un librito de lectura llamado “Nasa Beseda”. Recién a los seis aprendí el castellano en la escuela argentina. Hoy ya no hablamos casi de la globalización, porque la vivimos naturalmente, incluso ahora agudizada por esta pandemia que nos encierra en casa, pero nos conecta cada vez más con el mundo. Así que no es de asombrarse que, en estos días, un amigo me llame de Eslovenia para charlar. O que lleguen por manos de amigos locales libros y revistas eslovenas o de los centros eslovenos de Buenos Aires y de Chile. Y mirando el globo en que viajamos todos, de nuestra astronave Tierra, pienso en que allí están en pleno verano… el calor en sus playas y en los Alpes soleados y su pandemia “controlada”, según ha declarado la Unión Europea últimamente sobre el que sería el primer país que lo logra. También me veo en este sur lejano y mágico de la Patagonia a miles de kilómetros… sentado en mi estudio, escribiendo estas líneas con la ventana abierta. Sospecho que la imagen de una historieta sería un tremendo paisaje blanco de frío y de nieve, casi al anochecer…y una diminuta ventana - la mía – con la única calidez de una luz encendida en el centro de la escena. Ya nadie camina por las calles de Comodoro Rivadavia, mi ciudad, y apenas pasa algún patrullero policial o una ambulancia, dos o tres veces en la noche austral. ¿Dónde está Eslovenia en mi niñez? Recuerdo un pueblito holandés a 27 kilómetros de la ciudad, un campamento petrolero de casitas y chalets con techos a dos aguas, pileta de natación y cine, que había construido la empresa Shell para su gente. Llegábamos en un trencito de trocha angosta y allí había unas 25 familias eslovenas. Recuerdo al ingeniero Vivod, a los Krizan, los Preseren… Janko Preseren fue mi primer amigo, personaje destacado, al que le decían Yanko, abanderado en las escuelas hasta su muerte prematura, compañero de aventuras en bicicleta, aprendizaje de conducción con su viejo Jeep reconstruido, picardías en la pileta con las niñas, y sobre todo, los domingos, la concurrencia a la iglesia monumental con su hectárea de libertad para jugar y correr con los otros niños eslovenos, mientras nuestros padres se reunían en salones de la feligresía, en el mismo terreno. Allí charlábamos y cantábamos en esloveno, y concurríamos a misa. Katy Preseren era la catequista del lugar. La empresa valoraba a nuestra gente por su obsesión para la eficiencia…todos cultivaban su quinta y su jardincito, muchos eran aficionados a los oficios de carpintería y destilación de bebidas, en los amplios sótanos de madera que esas casas tenían. Luego esas familias fueron por el mundo a Australia, Canadá, EEUU, Sudáfrica, etc. según los nuevos destinos que les asignaban los ejecutivos, así que con los años fueron quedando unos pocos. Esa fue mi primera Eslovenia. Algunos viajes a Buenos aires con mi papá y uno con mi madre, de los cinco a los diez años, me llevaron a conocer la Casa Eslovena, que ya coexistía con otros varios centros de las comunidades en Lanús, San Martín, Carapachay, etc. En ese lugar mi padre Pablo había conocido a mi mamá Cveta Germek, que fue maestra de primaria y trabajaba en una textil de Ciudadela, y cantaba en el coro y actuaba en el teatro de la comunidad. Toda mi vida hasta hoy, cada vez que viajo estos 2.000 Kilómetros, hago mi breve visita al lugar. A los diez años ingresé en un internado cerca de Bahía Blanca, a mitad de camino entre Bs. Aires y mi ciudad natal. Allí, comencé a escribir y a leer el idioma en otro nivel, ya que me comunicaba con mi familia por cartas, y tenía un par de libritos que mis padres me regalaron. Recuerdo El Décimo Hermano y Janko en la Pampa Argentina, como significativos. A los 18 años trabajaba en los Tribunales de la Justicia provincial de Chubut, así que comencé a viajar solo y conocía a gente como Antonio Mizerit a quien leía en Esquiú, un diario argentino, varios sacerdotes y escasos miembros de la comunidad. Con los años me integraron en la generación de Segunda Fila, pero eso ya es otra historia. A partir de mis publicaciones de todo tipo, en Eslovenia aparecieron Joze Preseren y Marica Hribar, y en Argentina Andrej Rot, que me editaron y entrevistaron varias veces. Heredé la talacemia tan común entre los alpinos, lo que me hizo buen andinista por esta adaptación de la sangre a las grandes alturas. También soy obsesivo como el esloveno medio en su trabajo. Y sin embargo, habiendo heredado muchas cosas de mi etnia, y teniendo padres y hermano esloveno, no logré la ciudadanía. Quizá el amor y el cariño que vivía en el Slovenski Dom, se me contrastaba mucho y me desanimaba la dureza de la burocracia de la Embajada Eslovena en Buenos Aires. Las pocas veces que fui, me superó la dificultad burocrática y el trato indiferente, por lo que además de la distancia, todo conspiró para que no lograra mi carta de ciudadano esloveno. Lo que no me preocupa, pero en su momento fue una desilusión, al menos afectiva. Mi hermano cuando llegó por primera vez al aeropuerto de Liubliana, tuvo un insight muy notable. Contaba que al pisar el suelo esloveno y respirar ese aire, mirar la gente, y avanzar con el grupo de pasajeros, se le impuso la idea clarísima de que era de allí, sintió profundamente su pertenencia. Y que en una especie de anamnesis le parecía que todo lo vivido hasta entonces, había sido en un modo trasplantado, casi ajeno, lejano de su esencia. Pienso que los hijos de los emigrantes tendríamos experiencias parecidas. En los veranos también me llevaba mi madrina, Teta Krizan, con su marido, a un paraje bonito en su verdor, a un vallecito que se llamaba Campamento Holdich, y allí también hablábamos esloveno. Mi padrino Francisco Nemanic era otro asiduo visitante de la casa familiar, amigo de mis padres, y llegamos a tener por poco tiempo a unos vecinos de apellido Lebenicnik. En fin, que aunque pocos, conocí tantos eslovenos como para descubrir que no todos hablaban igual, había acentos regionales, que me llamaban la atención, y algunos me producían leve comicidad por sus expresiones vívidas. Mi padre era de Belokraína, con gran influencia croata, a tal punto que llegué a aprender de sus amigos a hablar ese idioma de manera coloquial, aunque primitiva. Puedo sostener una conversación con algunas personas que se me cruzan en la vida, en forma elemental. Tiene una base de identidad eslava que comparte en las raíces con el esloveno. Mamá Flor, Cveta Germek, era encambio “Ljubljanska srajca”, citadina y expresiva, dulce en la voz. Ambos mundos eslovenos de los campesinos y de las ciudades fueron absorbidos y sintetizados en mi fuero interno. Ambos escribían y hablaban el alemán como su segunda lengua. Cuando no querían que los niños escucháramos algo, utilizaban el recurso de decirlo en el otro idioma, que casi todos desconocíamos. Mi madre tuvo la caligrafía gótica de por vida, y la conservaba a los 82 años cuando falleció en el 2008. En las paredes de casa recuerdo como imágenes muy fuertes, los cuadros del fotógrafo Erjavec, del lago Bled con su islita coronada por una capilla cristiana, una panorámica del castillo de Liubliana, etc. y una imagen maravillosamente encuadrada en símil oro de Marija Pomagaj. Esos paisajes interiorizados desde la cuna hasta la muerte de mis padres, son como la iconografía más fuerte y profunda de mi ser. Más tarde se agregaron pinturas y escenas, desde Luxuria de Janez Ljublanski hasta los dibujos de las publicaciones eslovenas que guardo pero no he profesionalizado como dibujante, ni como pintor, sino que las amo como una expresión íntima de sentimientos. Una vez, creo, envié algunos bocetos a la Casa Eslovena para su exposición. Otros, han ido poblando las distintas ediciones de mis libros. Alguna vez he soñado con dar una conferencia en la Universidad de Liubliana, y esa fantasía no era casual…remitía a un mandato de pertenencia muy fuerte, que hemos heredado como hijos, aunque estas aspiraciones sean exóticas y no significativas para los demás. Era parte de mi intimidad. Al igual que pensarme en Liubliana tomando un cafecito en uno de sus típicos establecimientos. Lo curioso de esto es que la vida tiene muchas otras prioridades, y así quedan titilando como lejanas posibilidades, hasta que pierden todo interés. Resignaciones de madurez, alejamiento de aquella patria interna que nos sirve de refugio cálido, pero que no nos ayuda a adaptarnos al mundo real de la conciencia y las intrincadas peripecias de la vida. Ni siquiera he podido enseñar el esloveno a mis tres hijos. Como estudiaba Latín desde los diez años de edad, y Griego desde los trece, hasta terminan la Universidad, y enseñando luego estas lenguas en profesorados de Letras, y en la Universidad también, cuando pude volver a ella después de la dictadura militar de Argentina, comprendí tempranamente las declinaciones y las diferencias del esloveno con el castellano que no las tiene. Todavía hoy, eso sí, me cuesta ser correcto en los duales, que no existen aquí. Andrej Rot y una Kutica me enviaron alguna vez textos de gramáticas eslovenas-latinas, que enriquecieron mi visión y ayudaron a una síntesis interna más cordial y completa. Y es que, ha llegado el momento de decirlo, el idioma de mis padres ha quedado como una lengua de los afectos, donde siento antes que reflexiono…mientras que el castellano es el idioma académico y de la vida de relación racional, más del pensamiento. Jamás he tenido experiencias formales o escolares del esloveno, eso ha hecho que mi aprendizaje adulto haya llegado a través de las lecturas de las revistas y diarios de ambos continentes, la biblioteca paterna con una mitad de publicaciones en esloveno, y muchas grabaciones del folklore, luego las cintas de actores profesionales con grabaciones de obras clásicas, y más cercanamente las radios, la televisión en internet e incluso Youtube. Una tercera Eslovenia se me fue imponiendo por la generosidad de las publicaciones que amigos y desconocidos me permitieron, facilitaron o incluso impusieron con traducciones y correcciones de originales propios, que siempre adolecían de algún error o podían ser optimizados por los especialistas. Así he podido releer muchos cuentos y poemas en ambos idiomas, lo que constituyó para mí una especie de milagro o maravillosa revelación. Mi hermano Lorenzo, que vivió en Eslovenia, ha sido traductor profesional entre otras cosas, incluso como medio de vida. Siempre me ha sorprendido esa posibilidad de lograr la traslación correcta de un texto. Como anécdota, me creí una vez capaz de traducir la Zdravljica, me parecías obvio… incluso prometí hacerlo en un tiempo, para que lo pudieran publicar. Pues, la realidad me llevó años garabateando en mis cuadernos ese intento, sin lograrlo en sus formas clásicas. No lo he logrado. Y aún estoy en deuda con esa gente que me lo pidió… Es que el castellano, no sólo es perifrástico, en general, sino que sus vocales abiertas invaden los espacios silábicos de otra manera, y dicho vulgarmente, algo breve en esloveno, siempre será más extenso en castellano, aunque te esfuerces… ¡quizá haya algún genio que lo haya logrado! No es mi caso. Un viaje en grupo familiar que realizó mi padre con el grupo familiar, fue la experiencia de reencuentro con sus hermanos y otros parientes y amigos después de casi cincuenta años, que duró un par de meses de estadía en la casa de una hermana y excursiones por Eslovenia y el resto de la Europa occidental hasta España y Portugal. Recuerdo narraciones emocionadas de esos abrazos iniciales, en que primero se miraban los familiares como perplejos, después de tanto tiempo, y tras unos momentos de paralización se arrojaban en llanto a los abrazos interminables y expresivos, con interjecciones, lágrimas y movilizaciones fuertes. Los jóvenes fueron presentados, y una ola de afectos contenidos los invadía a todos. Mi padre disfrutó muchísimo, tuvo ese privilegio de ver a su país independiente. Esa fue una alegría profunda que motivó sus últimos años, con expresiones constantes de comunicaciones y búsquedas, Volvió a su patria de visita, y recuerdo cuánto nos maravillaban las primeras estampillas del correo familiar con la nominación de Eslovenia en su belleza colorida. Recuerdo ahora que, cuando el inicio de la guerra, contaba haber atravesado aldeas y bosques, incluso con la nieve, para distribuir Svobodna Slovenija, unas hojitas periódicas que circulaban entonces, para que la resistencia tuviera sus propias noticias. Y de su hermano clérigo, que luego fue fusilado en una montaña, el mártir Lorenzo, porque en lugar de huir con él por Austria, dijo que se quedaba con las mujeres y niños que llevaban hacia Italia, “yo me quedo con mi gente”, expresó, y abortó la fuga personal planeada. Quizá pueda decir a esta altura de mi vida que es improbable que llegue a conocer la Eslovenia real, física y geográfica. Incluso familiar y humana. Pero nunca se sabe qué depara el destino…y será entonces que parafrasearé al poeta español, diciendo “Aunque sepa lo caminos, yo nunca llegaré a Eslovenia…La muerte me está mirando desde las torres de Liubliana”. Encambio siento haber hecho un largo recorrido por los caminos de su cultura y su espíritu, sobre todo a través de la literatura. Cuarenta y siete años de archivos y trabajos he logrado reordenar y reciclar después de jubilarme, en mi casa. Esa habitación atiborrada ahora se transformó en cuarto para los nietos que nos visitan. Y en mi oficina, habiendo también descartado toneladas de papel, en un trabajo de más de un año de duración, he quedado con los documentos y fotos necesarios, constancias de experiencias importantes, títulos y cursos, carpetas de itinerarios diversos. Mi hija heredó las historias de consultantes, ella es psicóloga, junto con mi biblioteca extensa de psicología y filosofía. Todo el resto me rodea en este momento, e iré a internarme en las historias literarias de mi currículum de escritor, para develar, recordar y sintetizar mi otra Eslovenia…la de mis publicaciones, reportajes y vivencias de contacto con Marica Drolc, Andrej Rot, el pastor Rodé, Vladimir Kos…que me han tenido en cuenta o me citaron, o criticaron, e incluso ayudaron a publicar en esloveno. Porque mis satisfacciones literarias han sido predominantemente en castellano, por una cuestión normal en mi vida en este entorno cultural. Pero el alma se me escapó muchísimas veces hacia mi patria interior, esa que conozco como voy sintetizando a esta altura del decurso de mis itinerarios en esta tierra. Muchas veces he contado la anécdota de que mis sueños nocturnos son en ambos idiomas…los psicólogos dicen que esa es una característica de auténtico bilingüismo. Pese a mi carencia de formación académica en la lengua íntima y cordial, he logrado elaborar y procesar algunas páginas para el recuerdo… O para el olvido. Pero que intentaré reseñar brevemente a fuer de ensayar una historia coherente de esta existencia paralela eslovena o como integrada extrañamente a mi persona total, a mi ser complejo y sutil. Mi primer libro de “Literatura” como díría la Mafalda de la historieta de Quino, fue un manual esloveno, editado en Buenos Aires un año antes de mi nacimiento, para los hijos de los inmigrantes, titulado Nasa Beseda. Ahí aprendí a partir de los cuatro años con mi madre maestra, a leer un poco, y después a escribir. Las ab Anécdotas de mis lecturas de carteles en la calle eran constantes, ya que los leía “en esloveno”… por ejemplo frente a casa había la central de Policía de la incipiente ciudad, y yo pronunciaba “politzia” en lugar de decir policía como en castellano. Mi aprendizaje del idioma local fue en el jardín de infantes, kindergarden, decíamos. Allí estábamos todos los hijos de otros países y aprendíamos a hablar es lengua común, ya que en nuestros hogares cada familia utilizaba su propia lengua de origen. Había pocos argentinos, ya que eran los del correo, bancarios, policías, maestros, etc. casi todos con empleos estatales. La escritura se inició en la escuela primaria en lo que llamaban 1er. Grado inferior. Tenía compañeros de todos los lugares del mundo, un pueblo cosmopolita, hasta chinos y rusos recuerdo, más italianos y portugueses, polacos, en fin, de toda la fauna humana mundial. Eso me hizo conocer desde la infancia las culturas más diversas que se mantenían en la intimidad de los hogares, donde después jugábamos con nuestros amigos. Este librito incluía primeras lecciones de alfabetización, pero también oraciones, festividades, versitos folklóricos, canciones populares y la explicación detallada de la geografía eslovena. Siempre me llamó la atención el respeto por el nuevo país en esos textos, y más tarde, que al final tuviera incluidos a los grandes escritores con textos infantiles adecuados para los niños; Janko Leban, Edmundo D’Amicis, Oton Zupancic, Cika Jova, Josip Ribicic, Anton Medved, Josip Jurcic y…etcéteras interminables. La biblioteca de mi padre fue el ámbito que me despertó a la mitología universal del libro…esa sobreestimación de la palabra impresa, que se trasladaba también a las revistas y periódicos. Con Borges aprendí que no hay cosa más efímera que un diario…y que las revistas traían material un poco más rico que se podía seleccionar. Pero ganar tiempo era leer los libros. Un error juvenil era creer que lo que estaba escrito, era verdad, de alguna manera. Cuántas Ingenuidades he debido superar a lo largo de mi vida. Pero los trescientos libros, más o menos, de las estanterías paternas me dieron un panorama de lo que después descubrí, ya mayor, que era la literatura escrita, opuesta al habla cotidiana en Eslovenia. Esta distinción entre lenguaje y expresión librescos y los cotidianos, nunca fueron en Argentina tan diferentes. Sí el cuidado estético y la expresividad poética, pero no había un cultismo forzado… Autores de todo tipo, sin mencionar que a mi padre de joven le había apasionado Karl May, que eran traducciones de aventuras del lejano oeste americano escritas por un alemán. Nunca soñó que vendría a vivir a este continente. Los autores, mejores y peores, los iría nombra, aunque ninguno me fue particularmente preferido. Desde biografías hasta letras clásicas eslovenas, desde el Preseren de Uvod h Krastu pri Savici…hasta, pongamos Moja rast de Drolc. Cualquier desorden escandaloso, casi en contrarios. De las cumbres a las suaves dolinas… de las letras. Uno ya no cree en la “Gran Literatura”…porque las autopromociones, los negocios editoriales e incluso lo ideológico-político, conspiran para manipular las valoraciones y las lecturas. Pasan los días, los meses…los años y las décadas, los siglos, y entonces el tiempo va dando a cada uno su justo lugar, por decantación. Podemos leer griegos y latinos, o indúes, etc…porque van quedando las páginas valiosas. Lo demás va evaporándose en el olvido. Alguno acuñó el término Longseller para oponerlo a la hojarasca de los bes-sellers publicitados, sobrevalorados. Por eso la actitud es siempre la libertad de hacer un itinerario propio… Nosotros creíamos también en un cierto eurocentrismo. Hoy el mundo es redondo, el planeta es igual en todas partes en el sentido cultural, y somos menos manejables en supuestas superioridades e inferioridades culturales. Que no es lo mismo que lo económico o lo político, es más humano, tiene que ver con la naturaleza pura de las identidades de los pueblos…Me parece. Una alumna de intercambio estudiantil de Tokio IV que vino a la Patagonia Argentina como miles de todas partes, un día en el aula, era la primera clase, me preguntó: -¿Usté, plofesol de litelatula? –en su típica pronunciación, bastante correcta por lo demás. -Claro, le dije. ¿Por qué me preguntás eso? -Polque usté habla. -Cómo, porque hablo. Explico los autores, los movimientos y escuelas, analizo algún cuento… -En Japón, plofesol de litelatula no habla… -Y ¿qué hacen, Noriko, en sus clases? -Plofesol tlae liblos, y liblos, y nosotros leemos y leemos y leemos… y a la tarde tlae hojas, y nosotros esclibimos, y esclibimos y esclibimos. La anécdota es una analogía de lo que deberían ser las clases de literatura… sumándole que a medida que las personas crecieran, fueran gradualmente autónomas en sus elecciones de textos. Creo que así he ido creciendo… un poco rebelde y outsider en esto. Quizá hay demasiadas literaturas en el planeta. Cada año se publican más papers, libros y revistas literarias que en toda la historia previa a los diez últimos años de la humanidad. Eso ya dice algo sobre las posibles valoraciones. No tenemos posibilidades reales de juzgar nada… y las pertenencias y comunidades de creatividad se hacen importantes, imprescindibles referencias. Pienso en mis inicios literarios en los sesentas, publicando en diarios locales y en una revistita de la ciudad de Viedma: Rincón Patagónico. Se necesitaron quince años para que llegara a mis primeras letras eslovenas, AL MENOS, PUBLICADAS. Fue a fines de los setentas y a inicios de los ochentas. Fue a la par un proceso de identificación con un grupo de jóvenes de Buenos Aires y otras ciudades como Mendoza, Córdoba y Rosario, de eslovenos de lo que se llamó la Segunda Fila. Se revitalizaron después de la caída de la dictadura militar en Argentina… Sintetizando, mis primeros poemitas que aparecieron en su revista Druga Vrsta, fueron Bozicna Pesem y dos o tres más, cuyo tono era el propio de la nostalgia de Eslovenia en los hogares de los emigrantes en el nuevo lar, celebrando y viviendo en nuevas tierras, imaginando navidades y vivencias en aquella Eslovenia lejana y ausente. Hay que decir que se cantaba y brindaba en el idioma materno, y se disfrutaban discos de grupos folklóricos eslovenos. No conocía a nadie personalmente de la segunda generación, todo era comunicarnos por cartas y en la revista misma. Nunca entenderé cabalmente cómo me descubrieron, publicando a 2.000 kilómetros al sur de la capital, en la Patagonia central, aislado de los ghetos eslovenos y de las comunidades de paisanos, de los hogares y de los centros de publicaciones. Quizá alguno de mis primeros libritos o artículos en diarios capitalinos me delataron para este grupo de jóvenes inquietos y meritorios, que buscaban otros caminos nuevos para el crecimiento cultural de la identidad inmigratoria. En mis cuadernos iban apareciendo sueños y poemas en esloveno, que anotaba sin propósito específico, y que nacían espontáneamente. En el 1981 aparecen los primeros publicados en Buenos Aires, y recién diez años después, se edita en forma de Cuaderno mi “Rodne pesmice in se kaj”. Para entonces ya me comunicaba también con gente de Eslovenia y Rodna Gruda, Druzina, me editaron como novel escritor esloveno de las pampas argentinas…Un dislate, ahora que lo pienso con el tiempo. Al mismo tiempo observo que en 1980 aparece un primer dibujo con título en esloveno, que actualmente es propiedad de un pensador argentino llamado Miguel Grinberg, de otra inmigración importante: “Zenska” (tinta sobre papel n° 58/80). Llevaba registro de todos mis dibujos y los regalaba a los corresponsales y amigos. Claro, son “dibujos de poeta”, sin otras pretensiones. Ahí se me escapaba la identidad profunda, sin mucha conciencia de ello, cada tanto. Por años, una serie de ellos se llamó Umetnoko, como una apócope misteriosa para los de habla castellana, y que significaba más o menos algo así como “el ojo estético”… Terminada mi escolaridad, el magisterio y la universidad, es que me casé, tuve hijos, y trabajaba ya no en la Justicia, sino profesionalmente en la Universidad y los institutos de Chubut y Santa Cruz, muchas veces como profesor viajero. Participé de muchas revistas y grupos, y tenía una prelidección por los creadores patagónicos, a los que comenzaba a entrevistar, estudiar y difundir. En eso, aparece mi contingencia con los jóvenes eslovenos de Buenos Aires. Hurgando en mis archivos encuentro, con gran sorpresa, que mi primera publicación en un medio eslveno está en español. En la Revista Meddobje de Febrero-Marzo de 1979, aparece mi poema “Catedral del Viento”, una composición de fuerte temática local, ya que Comodoro Rivadavia es la capital del Viento en Argentina. Tuvo mucha difusión regional por su color local, pero no recordaba esta contingencia con la Slovenska Kulturna Akcija. En esa época enviaba mis publicaciones también a los centros eslovenos de Buenos Aires… Recuerdo que luego se iniciaron correspondencias con creadores jóvenes, sobre todo con Andrej Rot. Una periodista eslovena, Marica Drolc, anduvo por esta Patagonia, y era mi corresponsal luego, en esa época. Se maravillaba del paisaje cordillerano, tan solitario con la maravillosa naturaleza…lo comparaba con paisajes eslovenos, pero la diferencia estaba en que en Europa todo está habitado. Me contó que a orillas de3l Lago Argentino tuvo la sensación de estar sola en el universo… en comunión total con esa naturaleza sin vestigios humanos. En Junio de este año 1979, en Roma, era ordenado sacerdote el padre Mario Vidmar, de una familia eslovena que llegó a Comodoro a fines de los sesenta. Uno de sus destinos fue Eslovenia, y dada nuestra familiaridad, me escribía breves pero expresivas líneas de sus experiencias. Reconozco que no retribuí esa correspondencia epistolar, sino esporádicamente, pero años después, regresando a Comodoro, fue nombrado párroco de la Catedral local, con lo que volvimos a vernos a menudo. Él para mí, ya conocía la experiencia de la vida actual en Liubliana y el resto del pequeño país, visitando sus parientes y amigos, ya que había nacido allí mismo. Todavía hoy voy a ecucharlo a sus ceremonias, y estamos cotidianamente conectados por Waths App, a la usanza contemporánea. Nuestros padres ya han fallecido, así que en Comodoro quedan muy pocos eslovenos, como Iván Ahlín, Juan Homovc, Mario Vidmar citado, mis hermanos, y pocos más. En mis Cuadernos, que llevo por décadas, como un diario universal de vida, aparecen de vez en cuando páginas de reflexiones y apuntes en esloveno. Entre tanta hojarasca de publicaciones en suplementos literarios y varios reportajes veo que siempre mencionaba mis orígenes, citando mi identidad profunda y lejana en geografías, tan cerca del corazón. Y revolviendo esta montaña de biblioratos, aparecen también borradores de poesía repentista, que nunca llegó a publicarse, de poemitas eslovenos como gotitas de emoción propia en un mar de letras. Poco más hasta los ochentas, donde una Tía, Teta Toncka, hermana de mi padre me comenzó a escribir a mí también, además de la correspondencia habitual desde los cincuentas con mis padres. La motivación, quizá, haya sido el proceso de liberación de Eslovenia, y las fantasías familiares de poder regresar alguna vez a nuestros orígenes…cosa que no sucedió, excepto con mi hermano Lorenzo que lo hizo por una década y regresó a Argentina. En 26 de julio de 1980, leo en una reseña de Tine Debeljak sobre un libro mío, en Svobodna Slovenija, que como corolario expresa: “…Upajmo , da se bo se veckrat oglasil ne samo v kasteljanskem delu ampak tudi – slovenskem”. A partir del 1981 se intensifican mis cartas desde Gozd, Kranj, y Buenos Aires, algunas de las cuales conservo. El ejercicio epistolar siempre me costó, así que con los hispanohablantes la mitad del texto iba también, en respuesta, en español. Las estampillas todavía eran de la vieja Yugoslavia. La palabra Yugoslavia, siempre me ha parecido un error. Permítaseme ser un poco lacaniano por un ratito en esto, aunque sin las exageraciones de un Slavoj Zizek. Y no sólo porque a los eslovenos fuera de Eslovenia connota historias tristes de exilios y de diásporas, sino porque para los idiomas eslavos la raíz de Jug comunica a niveles inconscientes, sumisión, inferioridad y sumisión. Todos los imperios dibujaban sus cartografías con las capitales al norte, como caput, esto es capitales, cabezas. El caso bien conocido es el de los árabes que ponían a Europa por debajo y el África en coordenadas superiores. Un mapa al revés de los actuales. Y no sólo eso: la idea de Jugoslavija, en Eslovenia misma remite a una dependencia de Belgrado, al menos. Lo que quizá no se percibe conscientemente, al menos, es que en los idiomas latinos refiere a Yugo, que es el palo travesero que se usa para uncir a los bueyes, su yugo, y por extensión se dice que es un yugo cualquier situación de dominio extremo o injusto, sin acuerdo o aceptación del que es sub-yugado. En el caso de las tiranías, por ejemplo. Quizá es por ello que, por esa vieja historia de Yugoslavia y estas correspondencias inconscientes, siempre evité de usarla. Su traducción sería en mi fuero interno: país de los eslavos esclavos. Y en la época previa a la independencia de nuestro territorio, para los que vivíamos fuera de él, la palabra Eslovenia se nos revelaba como una iluminación, como una promesa luminosa en sí misma. Pero volvamos a lo nuestro, específicamente. En Julio del 1982 inicié con mi padre unas largas entrevistas, anotando y registrando su historia personal para la familia. Eso trascendió, y logré publicar lo más significativo en su esloveno original, como me lo contaba, en forma de Cuaderno de edición limitada, creo que de 400 ejemplares, que distribuí vía correo y regalé a familiares y amigos. Esa experiencia, acompañada de una colección de fotos que fui logrando e integrando, fue una sumersión importante en las coordenadas de mi identidad. Allí aparecía como teniendo raíces ricas y profundas, a través de un árbol genealógico totalmente esloveno, e incluso los orígenes en la Carnolia, y quizá en Viena, por el apellido que sería de la nobleza Austríaca del 1612, según los registros del Palacio Imperial de Viena. Esos cuadernos hoy son un tesoro para mí, porque fue la relación explícita más fuerte que tuve con mi padre en el plano personal. Y sí, éramos eslovenos. Una confirmación profunda se estableció en los meses siguientes, como una coincidencia, ya que me escribían jóvenes de la segunda generación de inmigrantes, quizá por mi dedicación a la cultura y a las letras, y terminó en asombro, superando toda expectativa imaginada, con la aparición de poemas propios, en esloveno, en la Revista Druga Vrsta en noviembre del 1981. La publicación ya tenía cuatro años, una pequeña tradición entre los pensadores y artistas connacionales que comulgaban con su origen y formación en muchos aspectos de su identidad. Esas humildes páginas, llenas de entusiasmo y amor, incluían mis creaciones, creo que por primera vez en esloveno, y con una tirada de 20.000 ejemplares. Eso fue profético… La revista Meddobje elogió esos textos iniciales, brevemente, en una reseña. Creo que allí descubrí que había superado mis etapas previas de narcisismo esloveno, tan oculto, tan secreto, reducido a mis cuadernos personales- Recuerdo algunos nombres como Vinko Rodé, Pavel Fajdiga, Andrej Rot, un tal Adamic… Siempre había publicado, creo, en español argentino, como decimos nosotros a partir de Borges. A modo de epifanía, fue muy significativo para mí. Agrego a esto que en el contexto de la guerra de Malvinas en Argentina, conocí andinistas en Bariloche, donde hay una importante comunidad eslovena, que si bien no he frecuentado demasiado, me ha influido en el reconocimiento de tendencias genéticas propias por las montañas y las excursiones maravillosas. En todos mis reportajes y en mis propias columnas, siempre había consignado mi condición de esloveno, pero en esta década previa a la independencia, eso se transformó en algo fuerte, significativo y esperanzador. Y seguí las noticias y novedades de esa historia que algún día podría renacer a Eslovenia. Y luego eso, se cumplió. Abreviando, hubo un premio nacional de cuentos de la fundación Olimpia, y regresó la democracia en Argentina. La nueva libertad posibilitó nuevas publicaciones, y un libro del Fondo Editorial de Canal 9 me llevó a la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires, esponsoreado por el gobierno, con la presentación del profesor Guillermo Ara de la Universidad de Buenos Aires. Ahí conocí personalmente a Andrej Rot que hizo algunas notas en Glas y un extenso reportaje que publicó en la revista Celovski Zvon de Klagenfurt (Austria). Se iniciaba otra etapa, ya más conocida. Comencé a ver comentarios y publicaciones en Druzina, Meddobje, Glas, Razgledi, etc. Me publicaron en mayo del 1983 un especial para Glas Slovenske Kulturne Akcije, titulado “Una deliciosa Leyenda medieval” donde profundizaba la historia popular del Rey Matías, como mito esloveno. Otro destacado fue “La otra espada y el Bufón” a mediados del 1985. Al año siguiente y ya ininterrumpidamente, publicaba sobre aspectos eslovenos generales, en diarios regionales y argentinos, de la temática cultural y tradicional, ya que no me sedujo la política, en sí misma, más allá del “olor a la flor de la independencia” que ya se extendía por fuera de la Eslovenia misma. En 1989 con la caída del muro de Berlín, eso quedó por fin a la luz total de las naciones. Eure Hedi saludaba desde Klagenfurt con cartas motivadoras. Lindwig, Haffi, etc. aparecían con cartas en alemán y esloveno, comentando algún aspecto anecdótico. Janez Preseren publicó unos poemas en Rodna Gruda, y me llegó una invitación del Pen Club de Eslovenia a través de la Slovenska Kulturna Akcija de Buenos Aires para participar de un encuentro internacional de escritores eslovenos, al que no pude concurrir por un accidente de montañismo, que me invalidó por ocho meses. France Papez mencionó el reportaje magistral de Rot en Celovski Zvon en la revista Meddobje y leía algunas referencias en Glas, de vez en cuando. Esto me confortaba mucho, aunque no se relacionaba con mi actividad de periodista cultural y escritor en el ámbito argentino. Era una sensación de alegría interna distinta, más íntima y profunda. Era como, por primera vez, pertenecer a donde pertenecía… Poco puedo contar ya del resto, porque a partir de 1990 hubo muchas satisfacciones, pero pocas sorpresas, excepto una selección de varios cuentos traducidos al esloveno en la revista Literatura en su sección de la Diáspora, de magnífica edición y calidad literaria. También mis columnas habituales abordaban la Eslovenia vivencial de esos días para los lectores latinos, y alguna vez me llegaron ecos de programas radiales en RTVSlo. Hoy eso es más fácil, por la tecnología que me permite ser testigo de la vida en esos lejanos lugares, aunque confieso que todo me interesa, excepto las peleas políticas partidarias, que ni siquiera con buena voluntad logro comprender del todo, por faltarme el contexto real de convivencia cotidiana. Pero Eslovenia sigue en mi corazón. Agradezco esta posibilidad de comunicar vivencias, pido disculpas si hubo abuso de anécdotas en alguna parte, pero espero con toda el alma que muchos exiliados, y eslovenos que han regresado, así como el compatriota común, empaticen con mis experiencias que seguramente coincidirán en muchos casos en el amor a este país maravilloso, con tantos siglos de historia difícil, y ahora libre de libertad, dueño de sus proyectos y posibilidades. Pavel Strukelj para Andrej Rot - MMXX

lunes, 28 de septiembre de 2020

Tiste daljne lipe iz Slovenije

Pavel Strukelj Tiste daljnje lipe iz Slovenije – Ali kdo ve, kje je Slovenija? je vprašanje s katerim se začenja kratek roman Paula Coelha Veronika se odloči umreti. Podobno ugibanje je bilo vedno prisotno v mojem življenju, ne v zemljepisnem smislu, pač pa povezano z globinami moje osebne in družbene bivanjske podzavesti. Pripovedki o Kralju Matjažu in Urški – Od nekdej lepé so Ljubljanke slovele iz Prešernovega Povodnega moža – sta oblikovali mojo zgodnjo domišljijo kot prave bajke, in tudi ljudske pesmi kot Moj očka ima konjička dva ali En hribček bom kupil, in še ducat podobnih napevov. Obogatila so me potovanja sorodnikov v Slovenijo, tudi brata, ki je tam živil célo desetletje, njihove sugestivne in zabavne pripovedi, predvsem staršev, ki sta kljub njunemu eksilu in vojni, znala pričarati lepo deželo. Doma smo govorilo slovensko in tudi nekaj nemško. Mama je bila učiteljica in me je pri štirih letih uvajala v branje s pomočjo knjižice Naša beseda. V argentinski šoli sem se pri šestih naučil kastiljščine. Danes skoraj več ne govorimo o globalizaciji, ker jo živimo, zdaj še poostreno s pandemijo, ki nas zadržuje doma, a nas vse bolj povezuje s svetom. Zato sploh ni nenavadno, da me zdaj pokliče prijatelj iz Slovenije in da poklepetava. Ali da mi v roke prek lokalnih prijateljev prihajajo slovenske knjige in revije, objavljene v Buenos Airesu ali Čilu. In ob pogledu na svet, na našo vesoljsko ladjo Zemljo, na kateri vsi potujemo, pomislim, da je tam konec poletja ... da so ljudje še na plažah in se podajajo na pohode v s soncem obsijane Alpe. Tisoče kilometrov proč opazujem ta moj oddajeni jug in čarobno Patagonijo, ko sedim v svoji sobi in pišem te vrstice pri odprtem oknu. Ugibam, da bi podoba risane zgodbe prikazovala zastrašujočo belo pokrajino z mrazom in snegom, skoraj v mraku ... in majhno okno – to moje – s toplino edine svetilke sredi prizorišča. Ob tej uri nihče več ne hodi po ulicah mojega mesta Comodoro Rivadavia, le sem in tja, morda dvakrat ali trikrat v tej avstralski noči, gre mimo kak policijski avto ali rešilec. Kje je tista Slovenija mojega otroštva? Spominjam se 27 kilometrov oddaljene nizozemske vasice. Bil je naftni tabor s hišicami in kočami z dvokapnimi strehami, bazenom in kinom, ki ga je podjetje Shell zgradilo za svoje ljudi. Prispeli smo z ozkotirnim vlakcom in tam je bilo približno 25 slovenskih družin. Spomnim se inženirja Vivoda, Križana, Prešerna ... Janko Prešeren je bil moj prvi prijatelj, bil je izjemen lik, ki smo ga do prezgodnje smrti imenovali Yanko. V šolah je bil zastavonoša, sicer pa moj sopotnik skupnih kolesarskih dogodivščin, učenja vožnje na njegovem starem in obnovljenem džipu, nagajivosti v bazenu z dekleti in predvsem nedeljskih obiskov impozantne cerkve s hektarjem svobode za igranja in tekanje z ostalimi slovenskimi otroki, medtem ko so se starši sestajali v župnijskih prostorih. Tam smo klepetali in peli v slovenskem jeziku, se udeležili maš. Katy Prešeren je bila lokalna katehetinja. Podjetje je naše ljudi cenilo zaradi njihove obsedenosti z učinkovitostjo ... vsi so obdelovali svoj zelenjevni in cvetlični vrt, veliko se jih je ukvarjalo s tesarstvom in kuhanjem žganja v velikih lesenih kleteh, ki so jih imele te hiše. Potem so te družine odšle po svetu v Avstralijo, Kanado, ZDA, Južno Afriko in druge dežele v skladu z dodeljenimi cilji vodstvenih delavcev. tako da jih je z letiv Comodoru ostalo samo nekaj. To je bila moja prva Slovenija. Slovensko hišo, enega izmed več slovenskih skupnih domov, sem od petega do desetega leta občasno obiskoval, ko sva z očetom večkrat potoval v Buenos Airesu, enkrat pa tudi z mamo. Drugi društveni domovi so bili v Lanúsu, San Martínu, Carapachayu itd. Tam je moj oče Pablo spoznal mojo mamo Cveto Germek, osnovnošolsko učiteljico, ki je delala v tekstilni tovarni v Ciudadeli, pela v zboru in igrala v krajevnem gledališču. Vse življenje do danes, ko prepotujem teh 2000 kilometrov, vedno obiščem ta kraj. Z desetimi leti sem šel v internat v bližini mesta Bahía Blanca, na pol poti med Buenos Airesom in mojim rojstnim mestom. Tam sem začel brati in pisati na višji stopnji. Kajti dopisoval sem se s svojimi domačimi. Imel sem tudi nekaj knjig, ki sta mi jih dala starša. Spomin se Desetega brata in Gorjančevga Pavlka. Pri osemnajstih sem začel delati na sodišču province Chubut in že potoval sam, tako pa sem spoznaval še druge ljudi, na primer Antonia Mizerita; njegove časnikarske prispevke sem prebiral v tedniku Esquiú, spoznal sem tudi nekaj duhovnikov in več članov slovenskih skupnosti. Z leti sem postal sodelavce Druge vrste, a to je že nova zgodba. Z objavami v španščini in nekaj v slovenščini so se začeli stiki z ljudmi iz Slovenije – z Jozetom Prešernom, z Marico Hribar in drugimi. Podedoval sem talasemijo, tako pogosto med alpinidi, zaradi česar sem postal dober andinist zaradi te krvne prilagoditve velikim višinam. Sem tudi vztrajen pri delu kot so povprečno vsi Slovenci. Čeprav sem podedoval veliko značilnosti mojih prednikov, in ob tem da so mi starši Slovenci, in tudi brat, sam nisem uspel pridobiti slovenskega državljanstva. Morda sta ljubezen in čustvovanje s slovenskim domom prehudo odstopala in me odvrnila od birokracije slovenskega veleposlaništva v Buenos Airesu. Nekajkrat sem obiskal urad, a zaradi birokratskih težav, brezbrižnosti osebja in seveda razdalje, se je vse zarotilo tako, da nisem uspel dobiti državljanstva. Kar me sicer ne skrbi, toda takrat je bilo to vsaj čustveno razočaranje. Ko je brat prvič prispel na ljubljansko letališče, je doživel pravi šok. Pripovedoval je, kako ga je preblisknilo jasno spoznanje ob prihodu, ko je zajemal zrak, opazoval ljudi v vrsti in se z njimi pomikal, da sodi tja, da globoko pripada tem krajem. V nekakšni anamnezi je občutil, da mu je vse, kar je živel do tedaj, bilo na nek način vstavljeno, da je bilo tuje, daleč od njegovega bistva. Mislim, da sinovi emigrantov imamo podobne izkušnje. V poletnih dneh sta me botra Teta Križan in njen mož peljala v Campamento Hildich, v prelepo zeleno dolinico, kjer smo tudi govorili slovensko. Boter Francisco Nemanič, prijatelj staršev, je pogosto bil na obisku pri nas, za kratek čas smo imeli sosede s priimkom Lebeničnik. Tako sem spoznal več Slovencev in odkril, da se njihove govorice razlikujejo. Opozarjale so me na krajevne naglase, nekateri so se mi zaradi slikovitih poudarkov zdeli rahlo smešni. Oče je bil iz Bele krajine, njegova govorica je bila precej sorodna hrvaški; od njega in njegovih prijateljev sem se nekoliko naučil pogovornega jezika. Tako se lahko za silo pogovarjam s Slovenci, ki jih srečujem. Cveta Grmek, znana kot Mamá Flor, pa je bila »ljubljanska srajca«, zgovorna meščanka, s sladkim glasom. V sebi sem tako združil oba slovenska svetova, kmečkega in mestnega. V obeh svetovih je bila nemščina drugi jezik. Starši in odrasli so segli po njej, ko so govorili o rečeh, ki jih otroci ne bi smeli slišati. Moja mama je vse življenje pisala v gotski pisavi, tudi pri 82., ko je umrla leta 2008. Doma smo imeli slike fotografa Erjavca – Blejsko jezero z otočkom in kapelico, panoramski sliko Ljubljanskega gradu, in v zlato, čudovito uokvirjeno sliko Marije Pomagaj. To so podobe, ki sem jih ponotranjal od zibelke do smrti staršev – in pomenijo močno notranjo ikonografijo moje biti. Pozneje so se pridružile še druge slike in scene, od Luxurie Janeza Ljubljanskega do mojih risb in slik, ki jih hranim kot intimne izraze sebe. Nekoč sem jih poslal v Slovensko hišo za neko razstavo. Druge moje risbe ali slike so naseljene po straneh mojih knjig. Nekoč sem sanjal, da bi predaval na Ljubljanski univerzi. Te sanje niso bile nekaj naključnega. Nekaterim bi se zdele nenavadne in brez pravega pomena, a sodile so v tisto področje moje pripadnosti. In ne le želja, da bi predaval, ampak tudi želja, da bi spil kavico v katerem koli značilnem slovenskem bifeju. Življenje pa določa prioritete in tako nekatere želje dolgo utripajo kot mogočosti. In usahnejo v zrelosti kot posledica sprijaznjenosti s stvarnostjo. Tako se oddaljiš od tiste intimne domovine, ki ti služi kot toplo zatočišče, a ne pomaga pri prilagajanju resničnemu svetu zavesti in zapletenim življenjskim dogodkom. Mojih treh otrok nisem mogel niti naučiti slovenščine. Pri desetih letih sem se začel učiti latinščine, pri trinajstih pa grščine do konca fakultete. Na visokih šolah sem poučeval ta dva jezika in na univerzi, ko sem se po vojaški diktaturi lahko vrnil. Tako sem zgodaj razumel sklanjatve in razlike med slovenščino in kastiljščino. Jasno je, da še danes ne obvladam dvojine. Še enkrat moram priznati – slovenščina, jezik mojih staršev, je zame jezik ljubezni, čustev, tistega, kar čutim še preden kaj razmislim … kastiljščina pa je akademski jezik in jezik razumskih vezi. Formalnih slovenskih šol nisem obiskoval, zato se je moje učenje slovenščine omejevalo na branje revij, dnevnikov, knjig, publikacij, ki so prihajale iz obeh celin. Očetova knjižnica je imela vsaj polovico slovenskih knjig in seveda precej posnetkov, trakov z gledališkimi predstavami klasičnih del; novejši pa so radijski posnetki, televizijski in vse, kar polovim na spletu. Zaradi ljubeznivosti prijateljev in neznancev me tako nagovarja neka tretja Slovenija s prevedenimi objavami mojih besedil. Tako sem lahko ponovno prebiral svoje črtice ali pesmi v obeh jezikih, kar se mi je zdelo čudovito razkritje in nekakšen čudež. Brat Lorenzo, ki je živel v Sloveniji, je bil med drugim tudi poklicni prevajalec. Vedno me je presenečala možnost prelivanja besedil iz enega v drug jezik. Naj povem, da sem se nekoč počutil sposobnega, da bi prevedel Prešernov Sonetni venec. Celo obljubil sem, da ga bom prevedel v nekaj letih, a sem še več let zapisoval poskuse v svoje zvezke, a brez uspeha. Še vedno sem dolžnik. Kastiljščina je namreč ne le nasploh opisna, perifrastična, njeni samoglasniki drugače preplavljajo zloge, in če poenostavim, kratek stavek v slovenščini bo vedno daljši v španščini, pa se trudi koliko hočeš. Morda obstaja genialec, ki vse to preseže, a to ni moj primer. Oče se je po pol stoletja ponovno srečal v Sloveniji z brati, sorodniki in prijatelji. Nekaj mesecev je bival v sestrini hiši, potoval po deželi in celo po zahodni Evropi. Spomnim se njegovih čustvenih pripovedi o tistih začetnih objemih, pri katerih so se družinski člani po tako dolgem času najprej zmedeno gledali, po nekaj trenutkih ohromelosti so se v solzah vrgli v neskončne objeme, vmes so tekle solze in vsa mogoča čustva. Tudi z mlajšimi so se razvnela globoka čustva medsebojne naklonjenosti. Oče je res užival, doživel je celo razglasitev neodvisnosti njegove države. Bilo je globoko veselje, ki je popestrilo njegova zadnja leta in jih obogatilo z nenehnimi komunikacijami in iskanji. Vrnitev je bila enkraten dogodek, celo za nas, ki smo prejemali njegova pisma s prvimi slovenskimi znamkami. Zdaj se spomnim njegovega pripovedovanja, kako je ob začetku vojne raznašal Svobodno Slovenijo, tiste razmnožene lističe, od vasi do vasi, sredi zasneženih krajev, zato da bi odporništvo imelo lastne novice. Njegov brat, duhovnik, mučenik Lovro, ubit v hribih pred strelnim vodom, ker ni pobegnil z bratom v Avstrijo, se je odločil, da ostane z ženskami in otroci, ki so bili namenjeni v Italijo: »Ostal bom s svojimi ljudmi,« in se tako odpovedal osebnemu pobegu. Najbrž se ne motim, če povem, da ni verjetno, da bi kdaj spoznal stvarno Slovenijo, tisto zemljepisno in realno. Celo tisto družinsko in humano, čeprav nikoli ne veš, kaj te čaka … zato odločno parafraziram Garcío Lorco s pomočjo Gradnikovega prevoda: »Čeprav poznam vse ceste, / nikdar ne pridem v Slovenijo … Smrt me oprezuje / z ljubljanskih stolpov.« Čutim pa, da sem opravil dolgo pot po njenih kulturnih in duhovnih poteh, še posebej literarnih. Potem ko sem se upokojil sem doma uredil arhive sedeminštirideset let. Prepolna soba se je spremenila v prostor za vnuke, ko nas obiskujejo. V moji pisarni, kjer sem izločil tone papirja, sem ohranil potrebne dokumente in slike, dokaze pomembnih izkušenj, naslove in tečaje, mape različnih poti. Hči, psihologinja, je podedovala zgodbe svetovalcev in vse knjige filozofije in psihologije. Z ostalim, kar me zdaj obdaja, se bom poglobil v moje literarne zgodbe, bežno spomnil, skrčil tisto, kar se tiče moje druge moje Slovenije, Slovenije mojih objav, intervjujev, stikov in posameznikov, ki so me upoštevali, navajali, kritizirali ali pomagali pri objavah. Kajti – razumljivo – moja literarna zadoščenja so bile pretežno v kastiljščini, a duh mi je velikokrat pobegnil k tej moji notranji domovini. Večkrat sem povedal, da sanje izražam v obeh jezikih … psihologi pravijo, da je to značilnost prave dvojezičnosti. Čeprav brez formalne izobrazbe v slovenščini, mi je uspelo oblikovati nekaj strani za spomin, ali morda tudi za pozabo. Naj jih poskušam na kratko opisati, da si ponazorim to svojo vzporedno slovensko življenje, ki je del moje nenavadne, kompleksne in subtilne osebe. Kot sem že omenil, je bila moja prva »književnost« – zdaj parafraziram Quinovo karikaturo Mafalde – Naša beseda, ki je izšla v Buenos Airesu. Z njo sem se naučil brati in pisati. Napise na javnih uličnih površinah sem bral slovensko, na primer pred našim domom je bila policijska postaja in sem bral »policija« namesto »policía«. V vrtcu sem bil z otroki drugih priseljencev, ki so govorili še druge jezike, skupaj pa smo se učili kastiljščine. Malo je bilo Argentincev. Z branjem smo začeli v prvem razredu. Tudi tu je bila kozmopolitska sestava – največ Italijanov, Portugalcev, Poljakov in tudi Kitajcev, Rusov, skratka svetovna človeška favna. Že od otroštva sem se seznanjal z različnimi kulturami, ki so jih sošolci negovali doma, kjer pa smo se tudi pogosto prijateljsko družili in igrali. V Naši besedi so bili praznični stavki, ljudske pesmi in zemljepisne osnove slovenskih krajev. Vedno me je v knjigi prevzel spoštljiv odnos do nove države, pozneje tudi, da je vključevala pomembne pisatelje z besedili za otroke – Janko Leban, Edmundo D’Amicis, Oton Zupančič, Jovan Jovanović (Striček Jovan), Josip Ribičič, Anton Medved, Josip Jurčič in neskončno dolg itd. Očetova knjižnica mi je odkrila svet univerzalne mitologije knjige. Precenjevanje tiskane besede se je prenašalo tudi na revije in časopise. Pri Borgesu sem izvedel, da ni nič bolj minljivega kot časopis ... da revije prinašajo nekoliko bogatejše gradivo, ki ga je mogoče izbirati. Branje knjig pomeni pridobitev časa. Mladostniška napaka je verjeti, da je zapisano, tudi resnično. Koliko naivnosti sem moral premagati skozi življenje! Toda tristo knjig na očetovih policah mi je dalo vpogled v tisto, kar sem pozneje, starejši, odkril, češ, vsakdanja slovenska govorica se razlikuje od knjižnega jezika. V Argentini pogovorni in knjižni jezik nista tako oddaljena. Jasno je, da obstajata estetska skrb in poetična izraznost, s brez kakega prisilnega kulturizma ... Očeta so v mladosti navduševali romani daljnjega zahoda, ki jih je pisal Nemec Karl May. Njemu na kraj pameti ni padlo, da bi se kdaj preselil v Ameriko. Na policah njegove knjižnice je bilo mogoče najti Prešernov Krst pri Savici, Moja rast Ivana Dolenca, od klasikov do biografij, od vrhuncev književnosti do vsakdanjih nižin. Danes težko verjameš v obstoj velike književnosti, kajti samopromocija, založniške potrebe in ideološko-politični interesi manipulirajo z ocenami in branjem. Obstanejo pa le vredne strani. Danes lahko beremo grška, latinska, indijska in druga dela … ker so se ohranile dragocene strani. Drugo izhlapeva v pozabo. Nekdo je skoval izraz longseller, da bi ga ločil od ščavja objavljenih best-sellers, precenjenih izdaj. Zato je vedno priporočljiva svobodna drža in utiranje lastne poti … Verjeli smo v evrocentrizem, a danes je svet okrogel. V kulturnem smislu je Zemlja povsod enaka – manj smo vodljivi, kar zadeva kulturno superiornost ali inferiornost; to pa ne velja za gospodarstvo ali politiko. Svet je lahko bolj human, kar je odvisno od individualne narave narodov … tako se mi zdi. Nekoč me je tokijska učenka, ki je prišla v Patagonijo na študentovsko izmenjavo, tako kot tisoči drugih, ki prihajajo od vsepovsod, na prvem predavanju v precej dobri španščini vprašala: – Ste vi profesor književnosti? – Seveda, sem odgovoril. Zakaj sprašuješ? – Ker vi predavate. – Seveda predavam. Razlagam o avtorjih, gibanjih in smereh, analiziram prozo … – Na Japonskem profesor književnosti ne predava … – Kaj torej, Noriko, dela profesor? – Prinaša knjige in še več knjig, mi jih beremo in beremo … popoldne prinaša liste in mi pišemo in še pišemo. Anekdota je analogija tega, kar bi morale biti učne ure književnosti, se pravi, da bi učenci z dozorevanjem postajali vse bolj samostojni v izbiranju literature. Sam sem se razvijal ... nekoliko uporen in outsider. Morda je na svetu preveč literature. Vsako leto je objavljenih več člankov, knjig in literarnih revij kot v celotni zgodovini pred desetimi leti. To nekaj pove o možnosti vrednotenja. Nimamo resničnih možnosti, da bi karkoli presojali ... postaja pomembna pripadnost ustvarjalne skupnosti, odločilne so reference. Razmišljam o svojih literarnih začetkih v šestdesetih letih, objavljanje v lokalnih časopisih in v manjši reviji v mestu Viedma: Rincón Patagónico. Petnajst let je trajalo, da sem prišel do prvih objavljenih slovenskih besedil. Bilo je v poznih sedemdesetih in zgodnjih osemdesetih. To je bil hkrati postopek identifikacije s skupino mladih iz Buenos Airesa in drugih mest – Mendoze, Córdobe in Rosaria –, tistih prav tako začetnikov iz Druge vrste. Objavljanje se je poživilo po padcu vojaške diktature v Argentini ... Če povzamem – moje prve pesmice so se pojavile v reviji Druga vrsta: Božična pesem in še dve ali tri druge, katerih ton je bil značilen za nostalgijo po Sloveniji v domovih izseljencev v novi deželi, hrepenenje po nekdanjih praznovanjih in odsotnost oddaljene domovine. Spomnim naj, da so ljudje peli in nazdravljali v slovenščini, se veselili s folklornimi skupinami. Takrat še nisem poznal nobenega od teh svojih vrstnikov; med seboj smo si dopisovali. Nikoli ne bom razumel, kako so me odkrili, ko sem objavljal 2000 kilometrov proč od njih, v Patagoniji, daleč od slovenskih enklav in njihovih društvenih domov. Morda me je izdala kaka knjižica ali članek v časopisih prestolnice in me je ta skupina mladih, ki je utirala pot pri kulturni rasti zdomske identitete, odkrila in navezala stike z mano. V zvezkih so se pojavljale misli, pesmi v slovenščini, ki niso imele posebnega namena, vse je nastajalo spontano. Leta 1981 so izšle prve v Buenos Airesu, deset let pozneje pa zbrane v Zvezku moje Rodne pesmice in še kaj. Takrat sem že bil v stiku z ljudmi iz Slovenije – Rodna Gruda, Družina. Objavljali smo mi besedila kot slovenskemu novincu iz argentinskih pamp … Zdaj, ko pomislim na to, je bila neumnost. Leta 1980 je objavljena moja risba s slovenskim naslovom, ki jo danes hrani argentinski mislec Miguel Grinberg, član druge pomembne inmigracije; Ženska (črnilo na papirju št. 58/80). Številčil sem svoje risbe in jih poklanjal. Jasno, bile so risbe pesnika in niso imele drugih ambicij. V njih se mi je občasno izražala globoka identiteta, ne da bi se tega kaj posebeno zavedal. Več let sem serijo teh risb imenoval Umetnoko, kar je bilo nekoliko skrivnostno v španskem okoljo. Po končanem šolanju sem se poročil, imel otroke. Po delovni izkušnji na sodišču sem predaval na univerzi in več ustanovah provinc Chubut in Santa Cruz, pogosto kot potujoči profesor. Sodeloval sem s številnimi skupinami in revijami. Naklonjen sem bil patagonskim avtorjem, ki sem jih preučeval, promoviral, intervjuval. Sredi tega so se pojavili ti moji slovenski vrstniki iz Buenos Airesa. Ko sem pregledoval gore papirja, sem presenečeno spoznal, da je bila moja prva objava v reviji Meddobje pravzaprav v španščini: Catedral del Viento, močno lokalni pesniški sestav, kajti v Argentini velja mesto Comodoro Rivadavia za katedralo vetra. Pridobil sem stik s slovensko novinarko Marico Drolc, ki je obiskala Patagonijo in bila očarana nad puščavsko kordiljerskimi pokrajinami. Planine je primerjala s slovenskimi, a tukajšnje niso obljudene. Pripovedovala mi je, da je na obrežju Laga Argentina doživela občutek, da je sama v vesolju, v popolnem sozvočju z naravo, brez ljudi. Mario Vidmar iz družine, ki je prišla v Comodoro Rivadavia konec šestdesetih, je bil v Rimu junija 1979 posvečen v duhovnika. Deloval je potem v Sloveniji in mi pošiljal pisma s slikovitimi opisi novih izkušenj; občasno sem mu odgovarjal, a leta pozneje se je vrnil v Comodoro kot stolni župnik. Spet sva imela pogoste stike. Poznal je življenje v Sloveniji, obiskoval sorodnike in prijatelje. Moji starši so že umrli in v Comodoru nas ni veliko Slovencev. Poleg Maria Vidmarja, naj omenim še Ivana Ahlina, Juana Homovca, moje brate in še nekaj malega več. V Zvezkih, ki jih že desetletja pišem, kot nekakšen življenjski univerzalni dnevnik, se občasno pojavljajo razmišljanja in zapisi v slovenščini – improvizirane, nikoli objavljene pesmi, besedne kapljice svoj lastnih emocij v morju črk. Sredi vsega objavljenega ščavja v literarnih prilogah in različnih intervjujih opažam, da vedno omenjam svoj izvor, svojo identiteto, zemljepisno oddaljeno, a v srcu globoko zakoreninjeno. Julija 1980 sem v Svobodni Sloveniji bral zapis Tineta Debeljaka o neki moji knjigi; kot sklep je zapisal: »… Upajmo , da se bo še oglasil, ne samo v kastiljščini, ampak tudi v slovenščini«. V osemdesetih mi je začela pisati očetova sestra, teta Tončka. Povod je bil morda proces slovenskega osvobajanja in posledična družinska iluzija, da bi se izseljenci vrnili. Dopisovanje v slovenščini je bilo zame vedno naporno; ko je šlo za španskogovoreče, je polovica mojega pisma bila v kastiljščinji. Bili so časi, ko so poštne znamke bile še jugoslovanske. Vedno sem menil, da je bila beseda Jugoslavija napačna. Dovolite, da sem za hipec lacanovski, čeprav ne tako zanesenjaško kot kak Žižek. In ne le zato, ker Slovencem zunaj slovenskih meja opozarja na žalostne izseljenske in begunske zgodbe, pač pa ker v slovanskih jezikih koren jug sporoča na ravni nezavednega podrejenost, inferiornost. Vsi imperij rišejo kartografije s svojimi prestolnicami na severu, tako kot zahteva beseda caput, capital. Znan je primer Arabcev, ki so Evropo risali spodaj in Afriko na višjih koordinatah. Na glavo obrnjen zemljevid, ki ga poznamo. In ne le to: v skladu s tem pogledom je Slovenija odvisna od Beograda. Z znanjem latinščine in romanskih jezikov je mogoče zaznati še neko drugo značilnost. Yugo je namreč križna palica, ki se uporablja za združevanje volov, njihovega jarma, posledično pomeni kakršno koli stanje odvisnosti, podrejenosti. Kot v tiraniji, na primer. Morda sem se zaradi teh zavednih ali nezavednih povezav vedno izogibal uporabi te besede. Njegov prevod bi mi v intimi pomenil: država slovanskih sužnjev. V dneh pred osamosvojitvijo se nam je za tiste, ki smo živeli zunaj, beseda Slovenija razkrila kot osvetlitev, kot obljuba svobode. A naj se vrnem k svojemu. Julija 1982 sem pričel intervjuvati očeta in zapisovati njegovo osebno zgodbo. Zapisoval sem njegovo pripovedovanje in ga objavil v obliki zvezka. Okoli 400 izvodov sem razdelil med sorodnike in prijatelje. Izkušnja je bila zame poglobitev v koordinate moje identitete. Začutil sem svoje bogate in daljnosežne korenine. Družinsko drevo – slovensko, s koroškimi koreninami in s kraki, ki segajo na Dunaj, s priimkom, ki je bil aristokratski v Avstriji leta 1612, kot pričajo registri na Dunaju. Pravi zaklad je bil tudi zato, ker sva se z očetom globoko seznanjala. In seveda, bili smo Slovenci. V naslednjih mesecih sem dobil še dodatno potrditev. Prišlo je od tistih vrstnikov druge generacije iz Buenos Airesa, ki so mi pisali, plod teh stikov je presegel vsa moja pričakovanja, saj je novembra 1981 Druga vrsta objavila moje pesmi – v slovenščini. Skromna publikacija, ki je začela izhajati štiri leta prej, in so jo ustvarjali z entuziasmom in ljubeznijo Marjan Adamič, Pavel Fajdiga, Andrej Rot in drugih, je prinašala moje pesmi – prvič v slovenščini. Zdi se mi, da sem takrat presegel svoj lastni slovenski narcisizem. Dolgo sem ga skrival, bil je prisoten samo v intimi mojih zvezkov. Vedno sem objavljal – kot pravimo od Borgesa dalje – v argentinski španščini. To mi je pomembno kot epifanija, kot razglašenje. Naj še pripomnim, da sem v kontekstu vojne za Malvine srečal planince v Bariločah, kjer obstaja pomembna slovenska skupnost. Z njimi nisem imel dosti stikov, a name je vplivalo spoznanje nekakšne genske nagnjenosti h goram in čudovitim izletom. V vseh svojih poročilih in kolumnah sem vedno omenjal svoje slovenstvo; v tem desetletju pred osamosvojitvijo se je čutenje ojačilo, postalo polno upanja. Spremljal sem novice in zgodbe, ki so pripeljale do rojstva Slovenija. V času ko je v Argentini spet zavladala demokracija je bila razpisana nacionalna nagrada fundacije Olimpia. Svoboda je omogočila nove publikacije in s knjigo, ki sem jo objavil v založništvu Canala 9 sem z vladno podporo šel na buenosaireški knjižni sejem. Tu je knjigo predstavil profesor buenosaireške univerze Guillermo Ara. Tam sem osebno spoznal Andreja Rota, ki je o meni objavil nekaj prispevkov v Glasu in obsežen intervju v Celovškem Zvonu. V Glasu sem objavil nekaj kratkih proznih zapisov: Una deliciosa Leyenda medieval, La otra espada y el Bufón. V lokalnih argentinskih časopisih sem objavljal splošnosti o Sloveniji, predvsem kulturne in tradicijske, ne pa politične. Politika me ni pritegnila, čeprav je bil to čas, ko je že dišalo po slovenski osamosvojitvi. Pozneje sem dobil vabilo slovenskega Pen kluba na pisateljsko srečanje, a možnost, da bi se ga udeležil, je splavala po vodi zaradi nezgode v gorah, nesreča, ki me je prikovala osem mesecev. Vse to dogajanje me je spodbujalo, čeprav ni bilo povezano z mojim novinarstvom in pisateljevanjem. Bil je drugačen občutek notranjega veselja – intimen in globok. Bilo je kot da prvič pripadam tja, kamor sem pripadal ... Po letu 1990 je bilo še veliko veselja, a malo presenečenj; revija Literatura je objavila prevode nekaterih kratkih zgodb, prav tako sem zasledil nekaj svojih besedil v oddajah Radia Slovenija. Zaradi tehnologije lahko danes veliko bolje spremljam dogajanja v oddaljenih krajih. Priznam, da me vse zanima, razen strankarskih zdrah in političnih sprtij, ki jih, kljub najboljši volji, ne morem razumeti. Slovenija je še vedno v središču mojega srca. Vem, da soglašam z drugimi v ljubezni do te dežele, z njeno epsko in zahtevno večstoletno zgodovino, z njeno sedanjo svobodo, s pogledi v prihodnost in sposobnostmi.

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domingo, 23 de agosto de 2020

Escudo Struckel de 1621 Palacio Imperial de Viena #HistoriaFamiliaStrukelj_Carreira

lunes, 27 de mayo de 2019

Analogías y Triadoxa

ANALOGIAS by Pablo Pavel Marjan ŠtruKelj Sospecho que la analogía más extensa y universal, se refiere al origen del Cosmos. En occidente se establece entre el “Hágase la Luz” y la teoría del Big-bang. En estos tiempos de celulares y tomografías computadas, ya no es necesario como era hace unos diez años atrás, el insistir en la actualidad de la epistemología biocibernética. Hay consenso social en ello, aunque no siempre consciente, sino subliminal. De todos modos insistimos en que somos seres biológicos que procesamos información, abiertos a la trascendencia. Nuestro concepto de Triadoxa en la Metodología filosófica, sigue sugiriendo un cambio de pensamiento más abierto, incluyendo e integrando el modo analógico a las tradiciones lógicas y dialécticas. Se han propuesto desde otros lugares las posibilidades de utilizar como falacia la omnipresente dialéctica del conflicto permanente, y la rigidez de la lógica reduccionista, en búsqueda de la paz y armonía en las relaciones humanas. Algún especialista en mediaciones ha interpretado esto como una herramienta eficaz para los desarrollos en la resolución de conflictos. Cuando comenzábamos a reflexionar en el pensamiento analógico, en los grupos, en las aulas, en las interacciones terapéuticas y las experiencias de la vida, nos parecía que algo posible enriquecía la comunicación y el pensamiento humano. Hoy, a dos décadas de las primeras intuiciones, nos atrevemos a arriesgar el concepto de que el pensamiento analógico es la llave principal y natural de la construcción de la filosofía de la vida para los seres humanos. Muchos caminos nos fueron llevando a estas certezas humildes, pero hemos podido ver que otros han ido incorporando similares conclusiones y comunicando las mismas como aciertos parciales. Me mueve entonces, ahora, el deseo de avanzar en esta metodología, que por ahora sigue siendo la integración posible de los tres tipos de pensamiento Lógico, Dialéctico y Analógico. Aunque esto sea una simplificación, ya que se ha visto que en cada método o modo de pensar, hay sutiles y posibles convergencias históricas o actuales. Sintéticamente, seguimos diferenciando lo analógico de la naturaleza del discurrir ideatorio, incluso en la asociación de ideas y la comunicación espontánea, de lo digital del pensamiento lógico y el dialéctico. En el ejemplo inicial, la analogía planteada sobre el origen del universo, se puede ver que los lenguajes del texto bíblico, el mito hebraico, y el discurso de la ciencia actual, pueden converger en las similitudes del significado e incluso en los símbolos, pese a las divergencias de contenido estricto, pero no necesariamente divergente para el razonamiento humano. En términos prácticos, si no aplicamos la triadoxa… si no integramos en las ideas, obsesivamente nos perderemos en una guerra infecunda entre religiosos y científicos, dejando de resolver una intuición tan trascendental, quizá la más amplia para la mente humana, fuera de concepciones abstractas inalcanzables, o constructos ideatorios que ni siquiera existen como tales en el mundo real. Estas formas de pensar, propias de la metodología filosófica, ponen en primer plano las convergencias, y dejan para una gestalt de fondo todas las divergencias posibles. O sea que, luego, en una segunda instancia integraremos un análisis digital de las sutiles y estrictas diferencias. Voy a citar un texto de hace muchos años, donde decíamos casi como una conclusión parcial de entonces: “… con una lucidez aparente, desde perspectivas lógicas y dialécticas (digitales) sorprendentes por su sagacidad e ingenio… Pero sin luz en la vida, y sin capacidad de amor verdadero! Sin connotaciones positivas…y sin pensamiento analógico liberador.” En nuestro país, en este momento, se infecta de dialéctica contradictoria política a todos, mediante la comunicación poderosa de los principales medios de las grandes urbes. Y se ignoran a propósito, todas las posibilidades de pensamiento integrador, porque no les conviene a los políticos y comerciantes en la guerra económica mundial, donde nos ha tocado a los argentinos la intrusión de la banca Morgan que nos fija las reglas, conduce los medios y hasta maneja nuestras cifras del riesgo país. Supongo que estas teorías que nos atrevemos a elaborar desde este ángulo austral del planeta, pueden parecer peligrosas para los intereses que nos manipulan hasta donde pueden. Una simple observación del ciudadano en Argentina, es poder mirar qué ocurre cada vez que alguien propone un acuerdo o una concertación en lo social… Todo debe fracasar. Para lograrlo se comunican formas digitales de pensamiento, sobre todo la dialéctica irrestricta. Casi todopoderosa… Seguimos repitiendo lo que en el mundo ha producido millones de cadáveres… y poderosos negocios de lo que hoy se muestra como la guerra económica, ya desvergonzadamente. Las ilusiones patrióticas han desaparecido, y esperan lograr una irrestricta manipulación del planeta. Todos somos víctimas de estas situaciones… Por ello es quizá prioritario, no actuar en el sentido tradicional, gestionando conflictos, sino sólo pensar nuevamente todas las cosas. Porque desde la epistemología biológico cibernética sospechamos que el hombre actúa según su pensamiento o lo que comprende en sus intereses… y no a la inversa. Evolución y neotenia se sostienen como un par analógico, no contradictorio. En mi adolescencia amaba las analogías literarias… con el tiempo descubrí que no eran simples adornos estéticos, que profundizando no eran sólo belleza… sino la principal fuente de pensamiento sano en la construcción de la sabiduría de vida en las personas y en las sociedades. Los maestros orales, los libros milenarios, los poetas de siempre, líderes religiosos… nos siguen atrapando con sus mensajes analógicos. Es lo que ha recuperado el milenarismo actual, optimista y positivo, con su resurgimiento espiritual hacia el inicio del nuevo milenio… Inútiles reflexiones podemos proponer a quien no se asome a estos nuevos paradigmas, porque seguirá leyendo los discursos y a la realidad con alfabetos viejos, formas caducas, rigidez estereotipada en el pasado. Nuestro amigo Luis E, Rybier, destacado matemático argentino, documentó la forma en que su mente logicista chocó contra el muro de la racionalidad para abrirse analógicamente frente a la maravilla de la vida y la cultura de la India, cuando realizó un viaje a ese país milenario y misterioso para nosotros. Esto modificó definitivamente sus paradigmas viejos… Fue uno de los primeros que trabajamos en análisis filosófico del grupo que coordinaba por un tiempo en la última década, en su libro de Ensayo de Borges y sus ensayos. Lino Budiño, rector de varias instituciones terciarias, como la Universidad de la Patagonia y la Maimónides, también logró transmitirnos esto en el replanteo de las verdaderas provincias patagónicas. Pensando analógicamente la realidad, evitando las formas estructuradas artificialmente por intereses políticos en la Patagonia. Desde la sociología y su prolífica producción bibliográfica, elegimos su volumen de Obstáculos y Perspectivas. José Covalschi desde la sistémica y la terapia familiar, ya presuponía las nuevas epistemologías, y finalmente descubriendo las urbanopatías del tercer milenio, produjo terapias que incluyen el pensamiento analógico. También elegimos de su obra La decisión de Irina, para profundizar. Por supuesto que debería mencionar otros pensadores estudiados y los autores internacionales, pero su conocimiento es difundido y obvio como referencia, a partir de Gregory Bateson y Paul Watzlawicz. Ya agregaremos en cada caso las citas valorables, sobre todo de textos y autores de nuestro entorno. La otra cuestión tiene que ver con que nos actualizamos con los desarrollos en genética y en la neurociencia, por su determinante contenido de información, pero reafirmando que nuestro trabajo se centra en los procesos de in y de out en los organismos biológicos o artificiales, para ver el modo de procesar. Alguien me escribió sobre las nuevas ideas propias: “¿A qué te refieres con analògico? A analogia? Porque los razonamientos por analogia son más débiles ante los estrictamente lógicos o dialécticos. La nueva era y la espiritualidad (nueva o vieja) que le acompaña es en su mayoría regresiva, retrograda, egocentrista, ingenua... intuitivista, subjetivista y de románticos nostálgicos.. Claro que hay honrosas excepciones, pero no abandonan el pensamiento lógico ni dialëctico, sino que los incluyen dentro de un esquema o proceso más grande (o al menos eso es lo que seriamente intentan) pero su accionar es, lógicamente, más complejo y por ello más elitesco, no precisamente popular. El nuevo pensamiento es más bien, una reacción existencial-emocional ante el agotamiento de las masas, pues ningún paradigma anterior le dio el prometido paraíso. Creo que la mejor crítica es la de Ken Wilber.” Pues bien, justamente eso. Pero añadiría que eso más grande, es la integración. Hoy llamo a esta complejidad de tres modos, tres caminos correctos, la Triadoxa metodológica de la filosofía. Años de trabajos, clases, grupos, estudios y charlas acumulados sobre el tema me han apasionado siempre. Y se han ido cambiando sutilmente aspectos diversos… pero confirmamos lo esencial. Una utopía más que soñaban los más jóvenes era que al final la humanidad abrazara este modo de pensar, para superar la dialéctica histórica y se buscara la paz. Quizá, como toda utopía, irrealizable. Pero no pierdo la esperanza de sus aplicaciones en las mediaciones, en la construcción del sentido de la vida, en la terapéutica psi y en toda ocasión de elaborar intuitivamente. Por otra parte aparecen las agresiones por ironía. Un tal Buzz como seudónimo posteaba una respuesta a Alain Ross: “A veces mis alumnos me preguntan si la hermenéutica telúrica incaica trastrueca la peripatética neotérica de la filosofía aristotélica, por la inocuidad fáctica de los diálogos socráticos no dogmáticos...y yo siempre les digo que no. -¿Que no qué? -¡Que no sé! ¿Por qué el cielo es azul?, ¿Por qué el sol brilla?, o ¿Por qué me quema el fuego?. Así nació la filosofía…” Filosofía es la disciplina que investiga y experimenta, expone y procesa todos los tipos posibles de pensamiento humano, acerca de todas las cosas perceptibles en el universo. ❤ Es mi concepto actual. MMXIX🤔

sábado, 23 de marzo de 2019

Chocón-CerrosColorados

jueves, 28 de febrero de 2019

FRANCINA GIRARDEZ

jueves, 27 de diciembre de 2018

El resumen del año 2018 Comodoro Rivadavia

martes, 18 de diciembre de 2018

YPF Nuestra energía - Ingeniero

sábado, 8 de diciembre de 2018

Triadoxa de Strukelj (Papers)

jueves, 25 de octubre de 2018

TRIADOXA First Concert #TriadoxaDeStrukelj

viernes, 17 de agosto de 2018

C5N - NOCHES MIAS: ENTREVISTA A LUIS ENRIQUE RYBIER

miércoles, 18 de julio de 2018

Charla del Padre Opeka en Cancillería

lunes, 18 de junio de 2018

TRIA DOXA (primer antecedente de la palabra acuñada por P.Strukelj

Historiopolitographia Siue Opvs Historicopoliticvm Praeclarissimi Hvivs ... By Raoul Boutrays About this book pág.129 Books on Google Play Terms of Service Reviews User reviews My review - Edit review Hacia el final del texto aparece por primera vez la palabra, como vocablo (morfosemantema latino) el término "triadoxa", en realidad "tria doxa", que es además de lo antiguo de este caso, el único registrado hasta ahora por el autor. El concepto de Triadoxa de Strukelj se refiere hacia el tercer milenio al análisis del pensamiento analógico en relación a los pensamientos lógico y dialéctico. La idea general es que los tres modos de reflexión filosófica son válidos, y se corresponden a épocas determinadas en su predominio social y cultural, pero que la analogía es más natural y propia del hombre, y posibilita la armonía en el pensar. Incluye las posibilidades terapéuticas de la filosofía, que Witgenstein ya consideraba una terapia "porque ordenaba los pensamientos". Se ha relacionado con la integración cerebral (técnicas psicológicas, Solvay, etc....) y se intenta justificar filosóficamente la tercera ola psi (a partir de lo sistémico, urbanopatías,narratología,PNL,etc...) y sus desarrollos, como superadoras de formas dialécticas negativas que crean y producen situaciones conflictivas y destructivas, que no buscan un bien superior. Para algunos, ninguna revolución ha tenido su justificación, o como diría Covalschi "no han servido" porque el costo en detrimento del ser humano y las sociedades ha sido mucho mayor que los bienes conseguidos. Es esta una polémica psico-socio-histórica trascendente. De ahí es interesante buscar los orígenes del pensamiento analógico, base de casi todas las religiones y de las psicoterapias actuales.(2010)

miércoles, 6 de junio de 2018

TRIADOXA DE STRUKELJ

TRIADOXA DE STRUKELJ Muchas veces en la vida, me he sentido poeta… luego, casi siempre, me fui dando cuenta de que soy apenas un simple filósofo. Todos somos filósofos, diría alguien famoso… Un maestro oriental recorría una avenida ruidosa con académicos y discípulos, cuando al acercarse a un puesto de flores, escuchó cantar a un grillo. Hizo la observación, sin éxito, ya que nadie lo escuchaba, excepto él mismo. Siguieron caminando y en breve se oyó repicar una moneda que cayó sobre la vereda. Todos se dieron vuelta… y el líder se sonrió diciendo: -Todos la escucharon, pues está en sus intereses. Me ocurre con las semillas. Las recojo del suelo, cuando nadie las ve. A veces las saco on cuidado de las plantas. Y siempre me imagino la cantidad de información que encierran. Las guardo en el bolsillo y las llevo al jardincito que cultivo frente a mi casa sobre la calle. Allí esperan en la tierra el ciclo natural que las hace germinar o no. Es un azar. Podrían surgir flores, arbustos o enormes árboles… no importa. En la espera displicente, sólo medito sobre cómo esas pequeñas o medianas reproductoras contienen toda la información del desarrollo de vegetales muy complejos, con sus ciclos ya inscriptos en su estructura minúscula. Toda la vida está codificada en esa pequeñez… Pongo una semilla en la palma de mi mano. La observo. Y es todo silencio… En el siglo XX se creía en la vida desde la Biología. Los Freud, Piaget, e innúmeros genios, auscultaban la ciencia como explicación de los organismos biológicos. Hoy sabemos que lo que explica la vida es la información. Somos seres biológicos que procesamos información. En el caso del hombre, una de las maneras de estos procesos es el pensamiento. Por eso he llegado a creer que la epistemología biológico-cibernética está en lo cierto. Las epistemologías, para decirlo sencillamente, son modelos de conocimiento que posibilitan dar una forma comprensible a los conceptos sobre las cosas. Si alguien dice: -No asimilé esa idea… Es que su epistemología es biológica: se imagina todo como un organismo, que digiere, respira, etc. Eso como referencia de base, que predomina en su época. Así le ocurrió a Freud en sus tiempos, con relación al maquinismo, y entonces hablaba de aparato psíquico, mecanismos de defensa, etc. Porque era la epistemología predominante… Voy a permitirme una charla analógica, como ejemplo, de cómo se explicaría un caso hipotético hoy, referenciando a la episteme actual de base, esto es la biocibernética: -Hola profe-me dice un alumno querido-, llevé a mi papá al psiquiatra, porque anda mal… -Y qué le pasa?-pregunto interesado. -Está muy deprimido, creo, y no se comporta como siempre. -Y por qué a un psiquiatra ? - indago. -Bueno, no lo sé… supusimos que era necesario. -Hicieron muy bien…- le digo para connotar positivamente, pero luego de un rato me dice: -Lo derivó a un psicólogo. No le pareció medicarlo, ni darle consejos… -Ah, bueno, se ve que es un profesional honesto... -Y por qué lo debo llevar a un psicólogo? Difícil pregunta si las hay hoy en día en el mundo psi. Pero intento explicarle la diferencia entre consejeros, psicólogos y psiquiatras. Como es joven, conozco su manera de pensar y abordo el tema de esta manera: -Si tu padre tuviera algo físico, en el hard, digamos, el psiquiatra lo hubiera advertido y habría tratado su cuerpo, medicándolo, operándolo, etc. Pero como su sistema físico, su aparato nervioso, no está lesionado, hizo lo adecuado derivándolo a un psicólogo, para que revise sus palabras, su programación personal, porque es probable que no esté procesando pensamientos adecuadamente… al menos por el momento. Es como cuando en tu computadora supones que se rompe algo físico, y llamas al técnico… si el problema está en los programas, y el hardware está bien, te aconsejará que recurras a un analista programador. Porque lo que hay que ver es otra cosa… los programas del software… Se entiende? -Creo que entiendo que papá no está enfermo por razones físicas, sino anímicas… -En los afectos… Quizá procesando algo que le ocurrió y no puede resolver, o un duelo, o una pérdida, alguna incertidumbre… y no logra procesarlo solo, al menos no rápidamente. Es por eso que ustedes lo ven deprimido, que no se comporta como siempre… -En la escuela me mandaron a un consejero… - sugiere como indagación mi querido jovencito. Eso le ha ocurrido a él – para hablar sobre mis dificultades, cuando murió mi mamá… Es lo mismo ? -No- asevero -, porque vos estabas sano en tu cuerpo y en tu espíritu, o sea estabas saludable y tu pensamiento procesaba correctamente…pero, tenías que resolver una dificultad muy fuerte, que es el duelo, y no sabías cómo hacerlo… -Sí. Me ayudó mucho… -Porque un consejero trabaja desde una relación de ayuda, trabaja contigo sobre todo lo demás. Es el que ayuda al operador, como cuando vos le enseñás a un amigo a manejar el teclado o el mouse. Tu ayuda posibilita un aprendizaje menos largo y sacrificado, y previene de errores que pueden dañar programas y equipos en el proceso, exagerando un poco. -Gracias, profe. Ahora entiendo lo que le pasa a mi papá… Como todo ejemplo es imperfecto, es una analogía, en todo caso, y… nada menos que una analogía ! Pero queda claro que la epistemología de este muchacho era en su base, por la época, algo cibernética. Por su contexto de vida, entendía este modelo de conocimiento. Con otros, habría sido más dificultoso… ajenos a él y a su entorno. Y ahora debo confesar que me ocurren dos cosas… al menos. La primera, es que mis amigos y mis alumnos insisten en que hable comprensivamente, en forma sencilla, acerca de alguna teoría filosófica propia. Lo estoy intentando… Por eso, aconsejo que si ya llegaron hasta aquí con su lectura, piensen si realmente les interesa el tema. Personalmente desaconsejo estas distracciones, a menos que haya una clara vocación. No por su dificultad, sino porque será una pérdida de tiempo, en todo caso. Y no me perdonarán que mi seducción no sea omnipotente. La otra cuestión es que… ya hay demasiados libros en el universo. Sólo se justifica aportar una publicación más a la infinitud que ocurre en papers y teorías cada día, los que superan en cantidad a las 24 horas, a todo lo que se publicaba hace siglos en toda una década o en años. Por ello mi sincera reflexión sobre si vale la pena seguir leyendo esto. No sólo por su limitada utilidad, sino porque me parece que ya se ha dicho lo suficiente en las aulas, en algunas revistas, y en las redes sociales. Esto de inventar un libro más, puede ser casi inútil, dentro del maremágnum actual y de los medios de comunicación diversos y posibles. Y si has decidido avanzar en esto, te debo explicitar otra dificultad, aunque más obvia. Y es que nosotros vemos generalmente el Universo a ojo desnudo. Pero los hay que tienen por oficio observarlo con microscopios o con telescopios. Nosotros mismos lo pudimos hacer alguna vez como experimento. Esas visiones son distintas. Si alguno comunica lo que ve, como le ocurrió a Galileo con el Papa Julio, es difícil de creer que se esté mirando exactamente lo mismo. Y si alguien es reduccionista, va a negar cualquier otra visión que no posea. Es más, no entenderá nunca lo que le proponen como lectura nueva o diversa, como hizo aquel papa, condenándolo al científico injustamente. Y como reduccionista extremo, ni siquiera aceptó en los jardines del Vaticano la invitación de asomarse al telescopio. Esa cerrazón demoró el avance del conocimiento por mucho tiempo. Así que es importante la actitud de apertura en cualquier campo del saber, y en otros, para poder construir una empatía con otros paradigmas, otras formas de ver, otras Cosmovisiones. Muchas veces ocurre que comunicando lo que veo en el telescopio o en el microscopio, no me pueden creer… porque no entienden. Tienen otro paradigma. Si puedo compartir lo que veo a ojo desnudo, con las otras visiones sobre el mismo universo, con apertura puedo intentar armonizar las distintas visiones, y construir una cosmovisión más rica y más amplia, como ocurre hoy con el espacio y el mundo subatómico. Muchas veces en la filosofía ha ocurrido esto: que los reduccionismo impidieron búsquedas maravillosas por la obstinación de las escuelas, los pensadores rígidos, y la falta de comunicación e integraciones con las otras ideas posibles. Por ello, mi intención inicial ha sido en los años, poder integrar, analizar cada pensamiento, pero además, si podían tener alguna aproximación a la certeza de verdad, poderlos hacer dialogar entre sí, para buscar coincidencias, acercamientos, identidades, como una básica epiteme de convergencia. A partir de asegurarme que observo el mismo Universo en forma natural, a ojo, o con instrumentos adecuados como el tele y el micro – scopios, podré construir una verdad mayor, integrándolas , lo que se denominará Cosmovisión… Porque el Universo objetivo total, quedará siempre fuera de mi comprensión completa posible, ya que es infinito en el sentido de inabarcable. Pero puedo construir mi Cosmovisión, que es mi manera de ver ese universo inabarcable. Y a mayor apertura en mis posibilidades de indagarlo, mejor será mi comprensión de todas las cosas. Si me quedara en la mirada infantil, desculturalizada, analfabética, reduccionista… poco o muy poco lograría entender del mundo. Aunque tuviera los ojos sanos y mi cerebro procesara las imágenes adecuadamente… Entendería muy poco de todo eso. Así que me pareció una tarea imprescindible intentar una integración sobre diversas formas del pensamiento, incluso desde lo metodológico, ya que los seres humanos pensamos de diversas formas, y procesamos distintamente, según sea el campo de observación o dicho más propiamente, cuando el objeto de conocimiento se compadece del método que utilizo en cada caso. Un académico diría que el método debe ser el adecuado a ese objeto, para evitar las falacias o fallas en la observación y los procesos, ya que parecerá a veces verdadero lo que no se alcanza. Una broma actual circula sobre la confianza en internet, cuando todo el mundo googlea cualquier cosa… lo que no está mal. Pero no tengo certeza por haberlo visto en un videíto de youtube, como los adolescentes de hoy creen… A eso los profes lo llaman humorísticamente, como la nueva falacia de arghumentum ad youtuberum. Claro…es un chiste. Pero a veces se produce la falacia en el sujeto joven que no ha utilizado un método adecuado al objeto que buscaba indagar… al menos con el rigor mínimo en teorías y ciecias que investigan. No se lo aprobarían en la universidad.

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sábado, 19 de mayo de 2018

10 Frases de Buda que te harán Reflexionar sobre la Vida

lunes, 7 de mayo de 2018

Bocetos del Savio (Inicio) 1

Bocetos de la historia del Instituto Salesiano Santo Domingo Savio de Comodoro Rivadavia (Chubut) En un principio, hace miles de millones de años, Dios nos soñó desde toda la eternidad. Soñó con la creación y la evolución de todas las cosas. Y en su sueño, ya estábamos nosotros. Don Bosco soñó con la Patagonia y ya estábamos nosotros. Juan Corti soñó con un colegio, y ya estábamos todos nosotros. Y Dios vio que era bueno. ORIGEN ORATORIANO El primer antecedente es la actividad de un oratorio que ejercían sacerdotes y monjitas con chicos de “La Loma” y que se conoció con el nombre de “Ángel Custodio”. En 1943 ya asistían a los niños que llegaban de las estribaciones del Cerro Chenque, sobre todo de familias carenciadas del Barrio Pietrobelli, así como también de nuevos y más alejados sectores de la ciudad petrolera que comenzaba a extenderse desordenadamente con viviendas de inmigrantes externos e internos del país. Existía una carencia de posibilidades para la educación, la falta de escuelas públicas, y las parroquias eran proyectos incipientes. Por lo que esta atención personal surgió como una necesidad providencial que asumieron los salesianos carismáticamente. FUENTES: -Bibliografía: “Comodoro 70” – Publicación del Diario “El Patagónico” de Comodoro Rivadavia en el 70° Aniversario de la Ciudad – (1971, Editorial “El Chenque”) – págs.. 113/114.- “Crónica Inicial” del Savio – Dossier de edición limitada, de circulación interna institucional, realizado para los 25 Años de las Bodas de Plata del Colegio – Recopilación, investigación y redacción del Prof. Pablo M. Strukelj – (1995, Dirección del Colegio) – pág. 24.- “Comunión” – Revista Anuario 1996 del Colegio realizada por Liliana Peralta, Laura Morón y Eduardo Zanotti – (1996, Comisión de Padres Animadores, Diario “Crónica” y Dirección de Imprenta y Publicaciones de la Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco”) pág. 94.- (Artículo “Bodas de Plata del Colegio” de la alumna de 5° Año Verónica Quiroga) “Libro de Oro” – Aniversario 1901-1997 de Comodoro Rivadavia – recopilación en volumen de Jorge A. Cardozo y otros – (1997, Ediciones Atlántico) – pág. 207.- -Informantes: Reverendo Padre Juan Corti s.d.b. Dña. Aurora de Navarro Sra. Elena López de Lauretta INTENTAR LA CRÓNICA Fue asombroso poder separar la leyenda popular del “cura gaucho” de estricta, rigurosa crónica. El asombro inicial confirmó la maravilla de un archivo total y fatigoso de todas sus obras; el mismo Padre Corti se prestó a nuestras entrevistas. Y en él encontramos toda la creatividad salesiana: un oratorio inicial del Deán Funes, su docencia en el mismo colegio técnico, su primer parroquia en la zona norte, y después, ya la creación del Oratorio Domingo Savio –base original de la obra actual-, la fundación de centros periféricos y consultorios médicoasistenciales, la construcción de varias escuelas y colegios, una iglesia, algunas capillas, la administración del mayor hospital patagónico, la dirección de sus casas, la concreción de guarderías infantiles, de comedores escolares, y la gestión última de un proyecto de artes y oficios, monumental, y de un santuario mariano; todo ello en el sector más populoso, más necesitado, como quería su maestro Bosco. EL ORATORIO “ÁNGEL CUSTODIO” Este primer oratorio funcionaba en un baldío sobre calle Viamonte, detrás de la Seccional Segunda de Policía, casi Avenida Rivadavia, en una casilla precaria que había sido de Vialidad Nacional. Además de la atracción de juegos y deportes, se enseñaban las primeras letras de manera familiar, funcionaba el oratorio con su catequesis, se cuidaba la formación infantil religiosa y moral, se atendía con un pequeño dispensario de medicamentos, se mitigaba la pobreza y la necesidad como se podía entregando alimentos y ropa, se aseaba y cocinaba, y hasta se llegaba a bañar a los niños. El “Ángel Custodio” tuvo un período de mudanzas, ya que el Municipio en 1949 ofreció sus talleres de artes de la “Casa Redonda” sobre la Costanera Sur, que dirigía el maestro escultor Ilia Jurich y que asistía con recursos una comisión de vecinos inmigrantes croatas. Allí mejoran las condiciones que incluyeron artesanías y actividades creativas para el aprendizaje de los chicos. FUENTES: -Bibliografía:- “Comodoro 70” – Idem anterior – pág.114.- -“Crónica Inicial”(del Savio) idem anterior – págs. 9 – 11 -22 – 24 -26 -31 -35 -76 -81.- -“Comunión” idem anterior – pág. 94.- -Informantes: Reverendo Padre Juan Corti s.d.b. Doña Aurora Verdeal de Navarro Sra. Elena López de Lauretta -Otros documentos: “Inaugúrase el 9 de Agosto el Nuevo Edificio… “ – artículo periodístico a doble página – Diario “El Patagónico” de Comodoro Rivadavia, págs. s/n° del día 23 de Julio del año 1970.- “El Colegio Domingo Savio, una obra que perdura” - art. periodístico en su 24° Aniversario – Diario “El Patagónico” de Comodoro Rivadavia, p’ag. 12 del 9 de Agosto del 1994.- CRÓNICA INICIAL Intentar la crónica inicial del Savio, una de sus obras más dilectas, el colegio mayor – hoy el privado más monumental del sur del país-, es apenas entrever una anécdota o un episodio fugaz de una vida consagrada, realmente a cada instante. Pero también, sospechar que la imagen que creó la calle del curita entre los canillitas, jugando al fútbol en el barro, subiendo al cerro en su motocicleta hasta las últimas casitas de chapa, arremangada la sotana para levantar bolsas de cemento, o perdido en la noche en busca de alguna oveja joven en peligro, además de campechano y simpático, verborrágico y activo, esconde mucha historia de autenticidad, de vocación y renuncia. De esas que uno cree que sólo están en los libros y las películas. Ojalá estas paginitas no le quiten vida. Que estas palabras no traicionen la realidad dinámica, sino que la reflejen para el cordial recuerdo. Para la memoria de sus alumnos comodorenses.

viernes, 24 de marzo de 2017

Wiki - Triadoxa de Strukelj

WIKI - Triadoxa de Strukelj: De la Metodologìa Filosòfica se desprenden bàsicamente tres formas de pensamiento. La que deviene de la Lògica de la Reflexiòn Crìtica, la Dialèctica de la Cosmovisiòn y la Analogìa de la Sabidurìa de Vida. Se llaman Pensamiento Lògico, Pensamiento Dialèctico y Pensamiento Analògico. El pensamiento lògico deriva de la Mayèutica, el mètodo històrico, explicativo, etc. Es unidimensional, una reducciòn lineal, que hoy podemos descifrar en los sistemas binarios, donde A no es B (1 y 0 para la notaciòn), Se utiliza en las ciencias y en los instrumentos de programaciòn informàticos, principalmente. Su objeto es el campo de lo que se ha llamado la reflexiòn crìtica, o sea, cuando los procesos de pensamiento o programas, se estudian a sì mismos, o son codificados de alguna manera. No sirve para la vida humana... El pensamiento dialèctico y las formas de pensamiento paralelo, lògicas indùhes,etc devienen de una reducciòn bidimensional de proceso de anàlisis del universo, desde lo ideatorio, y se aplicò principalmente a procesos sociales y polìticos, a partir de Hegel, Marx,etc. Èste ha devenido en ser su objeto principal. La forma natural y tridimensional, no reduccionista, es el pensamiento analògico, que se aplica principalmente a la Sabidurìa de Vida o Filosofìa Existencial, y que pone en primer plano las convergencias y similitudes, y en segundo plano las divergencias como una gestalt de fondo. Como cuando miramos las cosas a ojo desnudo, o con telescopios o microscopios, se ve de distintas maneras, pero se observa lo mismo. Es primordial y coherente integrar estas visiones distintas para poder entender la totalidad. Asì se propone la integraciòn de las formas de pensar filosòficas, para lograr una mirada que se ha llamado Triadoxa (que significa tres caminos correctos), tèrmino original acuñado por Pablo Strukelj (filòsofo argentino, 1952) quien originò estos anàlisis. #TriadoxaDeStrukelj #FilosofìaDeMièrcoles #AcademiaSapiens